REFLEXIONES

Ser docente se ha convertido actualmente en una actividad muy amplia en nuestros días, nuestro quehacer docente se extiende a realizar otras cosas a manera de "complemento" a nuestra profesión. Los maestros somos organizadores, secretarios, confidentes, amigos, psicólogos, protectores, consejeros y algunos hasta son llamados papá o mamá, etc. El maestro de hoy hace de todo.

En mis cortos cinco años de experiencia he podido vivir situaciones que han moldeado mi ser profesional, experiencias que van marcando mi identidad profesional. 

Los alumnos son el común denominador en cada una de nuestras escuelas, me he encontrado con alumnos de todo tipo, deportistas, de talento artístico como en el canto, guitarra y danza, excelentes en los juegos de mesa como el ajedrez, en las ciencias, poesía, lectura y qué decir de las matemáticas. Expertos en ser simpáticos y hacer ameno mi día, bueno... alumnos de todo tipo, así como los que tienes tú también.

Nuestros alumnos tienen una vida en nuestras escuelas y fuera de ella siguen viviendo su realidad, realidades de las cuales algunas me han tocado lo más profundo de mi ser, sé que no son los únicos y que tú mi querido lector, lectora también tienes mucho que contar, tú también has vivido muchas experiencias con ellos.

La mayoría somos docentes, docentes de corazón, amamos nuestra profesión y dedicamos mucho de nuestro tiempo a todo nuestro alumnado, no sé lo que es cuidar a un hijo pero lo que sí sé es que buscaré siempre lo mejor para compartir con ellos en clases.